Trópico De Capricornio de Henry Miller
Hay ocasiones en que tiene uno que romper con sus amigos para entender el significado de la amistad. Puede parecer extraño, pero el descubrimiento de este libro* equivalió al descubrimiento de una nueva arma; un instrumento, con el que podía cercenar a todos los amigos que me rodeaban y que ya no significaban nada para mí. Este libro se convirtió en mi amigo porque me enseñó que no tenía necesidad de amigos. Me infundió valor para permanecer solo, me permitió apreciar la soledad. Nunca he entendido el libro; a veces pensaba que estaba a punto de entender, pero nunca llegué a hacerlo verdaderamente. Para mí era más importante no entender. Con este libro en las manos, leyendo en voz alta a los amigos, llegué a entender claramente que no tenía amigos, que estaba solo en el mundo. Porque al no entender el significado de las palabras, ni yo ni mis amigos, una cosa quedó muy clara y fue que había formas diferentes de no entender y que la diferencia entre la incomprensión de un individuo y la de otro creaba un mundo de tierra firme más sólido que las diferencias de comprensión. Todo lo que antes creía haber entendido se desmoronó e hice borrón y cuenta nueva. En cambio, mis amigos se atrincheraron muy sólidamente en el pequeño pozo de comprensión que se habían cavado para sí mismos. Murieron cómodamente en su camita de comprensión, para convertirse en ciudadanos inútiles del mundo. Los compadecí, y muy pronto los abandoné uno a uno sin el menor pesar. (*La evolución creadora. Henri Bergson) |