Otra vuelta de tuerca de Henry James
¿Era realmente aquella mansión un castillo de hadas y estaba yo soñando? No, no era más que un viejo edificio apenas adaptado a las necesidades de la vida moderna, un caserón cuyos escasos habitantes se sentían tan perdidos como en las bodegas de un gran barco. ¡Y era yo la encargada de llevar el timón!
|