Malasangre de Helena Tur
No lloró. El hecho de haber estado tan cerca de doña Eulalia la había alejado del resto del servicio, como si la rechazaran por pertenecer a otro nivel, aunque ahora todas compadecían su surte y se lo expresaban sin fingimiento. Siempre había sido más fácil sentir pena por la desgracia que alegrarse por quien tiene fortuna.
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