Libro de las canciones de Heinrich Heine
Pero, sinceramente, madre mía: suelo sentirme tímido y modoso cuando se esfuma el ímpetu orgulloso en tu presencia, plácida y querida. ¿Me domina en secreto el alma tuya que, audaz y noble, todo desentraña y se eleva a la luz de las alturas? ¿Me atormenta el recuerdo de las lágrimas que derramó en razón de mi conducta tu hermoso corazón que tanto me ama? |