Después del terremoto de Haruki Murakami
Usted es hermosa, doctora. Lúcida y fuerte. Pero siempre parece que vaya arrastrando su corazón. A partir de ahora, usted deberá iniciar los preparativos para encaminarse hacia la muerte. De ahora en adelante, si concentra todas sus fuerzas en vivir, no será capaz de morir bien. Debe ir cambiando, poco a poco, de marcha. Porque, doctora, vivir y saber morir, en cierto sentido, tienen un valor equivalente.
|