La gente en los árboles de Hanya Yanagihara
Las personas bellas nos dejan mudos de admiración, respeto y deleite incluso a quienes nos preciamos de mantenernos impasibles ante el aspecto de otro, y marcados por la conciencia profunda y enervante lo deficientes que somos, del hecho de que nada, ni la inteligencia, ni la educación ni el dinero es capaz de suplantar, derrotar o negar la belleza.
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