La guerra de los mundos de H.G. Wells
No sé cómo describirlo. Era un trípode monstruoso, rebasaba el alto de muchas casas, y pasaba sobre los pinos y los destrozaba a su camino; una máquina ambulante de brillante metal, que avanzaba ahora por entre los brezos; de la misma salían cuerdas de acero articuladas y el ruido escandaloso de su andar se mezclaba con el rugido de los truenos.
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