¿Pirata, yo? de Gregorio Sosa
Poco antes de la medianoche soltamos amarras. El viejo vapor no pudo resistir la tentación de hacer sonar su bocina. Y así fue como partimos con el rumbo incierto de la inmensidad del océano.
|
¿Pirata, yo? de Gregorio Sosa
Poco antes de la medianoche soltamos amarras. El viejo vapor no pudo resistir la tentación de hacer sonar su bocina. Y así fue como partimos con el rumbo incierto de la inmensidad del océano.
|