Diario de mi vida durante la Revolución Francesa de Grace Dalrymple Elliott
Unos cuantos desharrapados asaltaron el coche y goloearon a Berthier hasta dejarlo en un estado lamentable. Después lo llevaron hasta la Porte St. Martin, donde lo obligaron a besar la cabeza decapitada de su suegro, Monsieur Foulon. Luego ataron a Berthier a su cabriolé y lo arrastraron así por las calles hasta matarlo. Le cortaron la cabeza y se dirigieron a la casa de quien fuera sus suegro, donde estaba en la cama, enferma por el sufrimiento padecido al saber de la triste suerte de su padre, Madame Berthier. Aquellos desalmados arrojarin a su cams la cabeza del esposo; Madame Berthier murió esa misma noche.
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