La maestra de la laguna de Gloria V. Casañas
Enseñar es una noble empresa, señora. No conozco a sus hijas, sin embargo me atrevo a suponer que alguna debe sentir curiosidad por algo más que las recetas de cocina o las cataplasmas, aunque ese conocimiento sea útil, sin duda. Me apeno al pensar que tal vez esa joven deba reprimir sus inquietudes sólo porque algunas personas creen que no es propio de su condición femenina. ¡Cuántas mentes juveniles frustradas deben perderse en el mar de la ignorancia! Por fortuna, han llegado nuevos tiempos, y una mujer que puede organizar un hospital de campaña o escribir una guía de plantas medicinales es valorada por la comunidad, puesto que es útil. En mi país, hay mujeres que están luchando por imponer ciertos cambios como el sufragio, y puedo asegurarle que son gente de bien, culta y muy capaz.
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