El paso del oso de Giuseppe Festa
Agarró con fuerza el pelaje del oso y no consiguió contener la rabia. Todo el trabajo, el sudor, toda una vida dedicada a proteger la naturaleza de las pequeñas mezquindades del ser humano para conseguir que toda una especie sobreviviera, preservándola con amor y mimo, con esfuerzo y celo. Todo en vano, el duro trabajo de muchas personas echado a perder por la estupidez de unos pocos. ¡Bestias pretenciosas que sin un arma no eran nadie, no eran nada!
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