El hilo invisible de Gemma Lienas Massot
Me moría por entrar en el avión, abrir el sobre y leer la carta. Había sido una de las primeras personas en ponerme delante del mostrador de embarque y miraba con atención al personal de tierra... Le había prometido a Cristina que no leería la carta hasta que no me subiera en el avión a Barcelona, y lo estaba cumpliendo, pese a que notaba que el sobre, dentro del bolso, clamaba para que lo abriera. |