Venganza de Gemma Herrero Virto
El despacho de Abel se encuentra sólo a unos metros por delante de mí, pero me permito el capricho de retroceder un poco hacia la esquina más alejada, Ahí está nuestra columna. Sobre un fondo negro se dibujan briznas de hierba talladas en acero y, encima de ese mar brillante, se alza un pequeños sol metálico en un cielo oscuro.
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