Poesía castellana de Garcilaso de la Vega
Amor, amor, un hábito vestí, el cual de vuestro paño fue cortado; al vestir ancho fue, mas apretado y estrecho cuando estuvo sobre mí. Después acá de lo que consentí, tal arrepentimiento me ha tomado que pruebo alguna vez, de congojado, a romper esto en que yo me metí; mas ¿quién podrá de este hábito librarse, teniendo tan contraria su natura que con él ha venido a conformarse? Si alguna parte queda, por ventura, de mi razón, por mí no osa mostrarse, que en tal contradicción no está segura. |