Pinceladas de azabache de Gabriela Exilart
Querida Fresia. estoy desesperada. Lihuén se ha fugado y no se donde hallarla. Es una larga historia que aquí te resumo: mi hija se enamoro de santiago, el hijo de Vicente, mi marido. Fue una tragedia. Mi esposo los encontró juntos en la cama y echo a su hijo de la casa. Al poco tiempo descubrimos que mi niña estaba encinta. Yo hice lo mismo con ella, ¿Puedes creerlo? La desterré del hogar y la mande al campo, a Mendoza, con la idea de regalar al niño cuando naciera. Te das cuenta, hermana, ¿Lo que he hecho? Al enterarse, Lihuén se escapo. Santiago también anda desaparecido. Ruego al menos que el la haya encontrado y la este cuidando. La he buscado en Buenos aires, sin suerte; he telefoneado a Mendoza, pero nadie sabe nada. Hoy mismo tuve la sospecha o la premonición de que podría haber recurrido a ti, y por eso te escribo. Se que Lihuén te quiere mucho y que la correspondencia entre ambas fue fluida. Si esta contigo, cuídala. Su embarazo esta muy avanzado, en realidad ya debe haber tenido su bebe y temo que algo malo les suceda. Si esta allí, dile que vuelva, y si no quiere, protegela como si fuera tu hija. Avísame, por favor, hace noches que no duermo, la culpa me carcome y vivo solo con la esperanza de saber que esta bien. Por favor, Fresia, contesta esta carta y dime si sabes algo de mi niña. Te quiere, Aime.
|