La abuela que cruzó el mundo en una bicicleta de Gabri Ródenas
Y también confiaba en detectar las señales que la guiasen a lo largo de su camino. Las mismas guías que la habían invitado a permanecer en aquella tierra durante casi toda su vida la animaba ahora a volver al camino, dejando claro que el tiempo es una categoría humana y que, en realidad, no existe un momento prefijado o rígidamente establecido para cada uno. ¿Cómo iba a saber ella lo que debía acontecer, cómo y cuándo?
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