Cuando sale la reclusa de Fred Vargas
En él, los pensamientos se formaban incluso antes de que se le ocurrieran.
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Cuando sale la reclusa de Fred Vargas
En él, los pensamientos se formaban incluso antes de que se le ocurrieran.
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Huye rápido, vete lejos de Fred Vargas
¿Miedo? Esperaré a estar muerto para tener miedo. Me fastidiará menos la vida.
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Cuando sale la reclusa de Fred Vargas
Conocía las estadísticas negras (cada siete minutos una mujer era violada en el país y solo entre el uno y el dos por ciento de los violadores eran condenados).
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Temps glaciaires de Fred Vargas
Il n'y avait pas un brin de cette pelote d'algues que l'on puisse attraper sans qu'il casse.
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Cuando sale la reclusa de Fred Vargas
—Es imposible. —Y ¿por qué? —Porque «Lo que puede explicarse de varias maneras no merece ser explicado de ninguna». |
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Fluye el Sena: Tres casos del comisario Adamsberg de Fred Vargas
Para Jean-Baptiste Adamsberg era distinto: temía la Nochebena y se preparaba. La Nochebuena y su cohorte de accidentes; la Nochebuena y su legión de dramas. Nochebuena, la noche de los brutos.
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El hombre del revés de Fred Vargas
No trata de empezar una nueva vida, como cualquier fulano huido. Se ha salido de la vida. Se salió el día en que entró en la noche.
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El hombre de los círculos azules de Fred Vargas
«Al contrario, había hecho café. Un café muy bueno por otra parte. Eso no sustituye a una caricia, por supuesto, pero en cierto sentido, tampoco una caricia sustituye a un excelente café.»
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El hombre de los círculos azules de Fred Vargas
Sabía que aquella percepción de la existencia tomaba a veces caminos espeleológicos, en los que las botas se hundían en el barro, en los que no se encontraba ninguna respuesta, y hacía falta mucho valor físico par no expulsar todo aquello lo más lejos posible. Sin embargo, no lo expulsaba cuando venía, porque entonces tenía la certeza de que semejante gesto le habría condenado a no ser nada.
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Que se levanten los muertos de Fred Vargas
No hay nada más fiable que un poli corrupto (… ). Tiene la ventaja de escuchar, intentar averiguar y estar obligado a cerrar el pico. De alguna manera, es perfecto.
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Que se levanten los muertos de Fred Vargas
Lo único que se le ocurría a un hombre con el agua al cuello era buscar otro hombre también con el agua al cuello. Porque frecuentar a los que han tenido éxito cuando uno ha fracasado en todo a los treinta y cinco años, agria el carácter. Por supuesto, al principio distrae, hace soñar, anima. Después exaspera y por último agria. Suele pasar.
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El hombre del revés de Fred Vargas
Como tizones, hijo. Como tizones son los ojos del lobo en la noche.
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El hombre de los círculos azules de Fred Vargas
—Trato de reflexionar. —¿Y a qué conclusiones llega? —A ninguna, pero ya estoy acostumbrado. |
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El hombre de los círculos azules de Fred Vargas
Un maníaco regula su universo casi al milímetro. Si no, no vale la pena tener una manía. Una manía se forma para organizar el mundo, para constreñirlo, para poseer lo imposible, para protegerse de él.
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El hombre de los círculos azules de Fred Vargas
«[...] las personas que nos abandonan realmente, jamás se toman la molestia de advertírnoslo en una carta de seis páginas.»
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Huye rápido, vete lejos de Fred Vargas
Me pregunto si los policías, y montones de otros seres humanos expuestos a los golpes de la vida, no sufren la misma erosión. Desaparición de partes blandas, resistencia de las partes resistentes, insensibilización, endurecimiento. En el fondo, una verdadera decadencia.
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¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?