Conroy se narra episódicamente, sin ceñir su relato a una estricta cronología, mitificando sus aventuras iniciáticas precisamente en un gesto que las desmitifica, devolviéndolas al orden de lo real. En sus mejores pasajes, 'Stop-Time' parece escrito a cuatro manos entre Mark Twain y Salinger.
Enlace: https://www.elperiodico.com/.. |