Insular de Franco Chiaravalloti
Aquel sábado me sentí invadido por una soledad filosa, de esas que te despellejan el pecho, pero hoy puedo decir que no tenía motivos para sentirme solo: es mentira eso de que venimos y marchamos de este mundo en completa soledad. Es el conocimiento lo que nos impide estar solos: tenemos un origen, una herencia, estamos eternamente acompañados por la sombra de quienes nos precedieron, por el lenguaje que nos abriga y nos defiende, y que nos lega un saber. Nunca estaremos solos porque somos hijos de la Historia. Pero a menudo lo olvidamos, porque vemos el mundo como amenaza y a los otros como virus que vienen a atacar sin reparos el sistema inmunológico de nuestra conciencia. Entonces huimos hacia delante, pensando, ingenuos, que eso no es huir sino arriesgar, o descubrir, o conquistar. |