El Día que Fuimos Dioses de Francisco Rodríguez Tejedor
La vida solo es la consciencia de sentirse derrotado por la muerte y, por eso, la gente tal vez también ama, ríe, en un momento de fugaz olvido. La vida es tan solo la fragilidad, el débil latido que milagrosamente subsiste. ¿Es por ello que produce tanta compasión, tanta ternura, tanta bondad, en la gente que realmente vive? ¿Van por eso de la mano y, tal vez, duermen muy juntos en la oscuridad de la noche y cuidan y protegen a sus hijos indefensos?
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