El único vicio confesabe de mi época universitaria (estando mi primogénita presente) fue el cómic. Mortadelo y Filemón, ya ocuparon mi infancia, pero cobraron una nueva dimensión, sirviendome como evasión en la época de los codos y las noches de poco dormir. Un respiro, que por triste que parezca, me obsequió con veladas más placenteras que otras guerras. Gatolandia 76, fue la primera obra del genial Ibáñez relacionada con el deporte. La acción se desarrolla en una ciudad ficticia donde nuestros agentes especiales deberán competir infiltrados, para desarticular a la banda que intenta sabotear los juegos olímpicos. Perrolandia claro, de allí proceden los enemigos. El humor siempre mordaz del dibujante español, no se mete en demasiados charcos en este volumen, pero viene bien en ocasiones reír por nada. Mortadelo y Filemón serán los únicos representantes de España en las olimpiadas, llevarán la antorcha olímpica, usarán el LP de "Mi carro" en la disciplina de "lanzamiento de disco" y, la liarán parda. Disfraces, mamporros, desastres y sátira son las señas de identidad de los mejores agentes especiales paridos por la madre literatura. Aunque aquellos que se creen los dueños de la misma piensen que el cómic no sea literatura. ¡Oh seres elevados al cielo de la arrogancia y la caspa! + Leer más |