Identidad de Francis Fukuyama
De modo que la política de identidad no es mala de por si; es una respuesta natural e inevitable a la injusticia. Solo se vuelve problemática cuando la identidad se interpreta o afirma de ciertas formas específicas. Para algunos progresistas, la política de identidad funciona como un trampantojo para no debatir de verdad sobre cómo revertir la tendencia hacia una mayor desigualdad socioeconómica que la mayoría de las democracias liberales han padecido en los últimos treinta años.
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