El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett
No hay nada tan agradable como el olor de la tierra buena y limpia , excepto el olor d las cosas frescas que crecen cuando la lluvía ca sobre ellas.
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El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett
No hay nada tan agradable como el olor de la tierra buena y limpia , excepto el olor d las cosas frescas que crecen cuando la lluvía ca sobre ellas.
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La formación de una marquesa de Frances Hodgson Burnett
Poco dada a cruzar puentes antes de alcanzarlos, nunca había contemplado la temible posibilidad de que le arrebataran su refugio. No había pensado que no tenía otro lugar sobre la tierra. En ese mismo instante, mientras caminaba entre brezos calentados por el sol y el rumor armonioso y cansino de las abejas, cayó en la cuenta con un repentino sentido de la realidad. Su alma cobró conciencia y sus ojos rebosaron de lágrimas que rodaron por sus mejillas.
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El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett
_”Cuando Mary descubrió este jardín parecía casi completamente muerto -prosiguió el orador-. Entonces algo empezó a empujar los brotes fuera del suelo y a crear cosas de la nada. Aquello que un día no estaba aquí, al siguiente había aparecido. Yo nunca lo había visto antes, y me hizo sentir curiosidad. Los científicos son siempre curiosos, y yo voy a ser científico. Siempre me digo a mí mismo: “¿Qué es eso? ¿Qué es eso?” Es algo. ¡No puede ser nada! No sé su nombre, por eso le llamo Magia. Yo nunca he visto el sol amanecer, pero Mary y Dickon, sí, y según lo que me cuentan, estoy seguro de que es magia también. Algo lo empuja y lo atrae. Desde que empecé a venir al jardín, a veces miro entre los árboles al cielo y tengo una extraña sensación de felicidad como si algo me apretara y me tirara del pecho y me hiciera respirar deprisa. La magia es siempre: empujar y tirar y hacer que las cosas salgan de la nada. Todo está hecho por la magia, hojas y árboles, flores y pájaros, tejones y zorros y también las ardillas y las personas. Así que debe estar a nuestro alrededor. En este jardín…en todas partes”.
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El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett
Uno de los descubrimientos más extraordinarios de este siglo ha sido el que los pensamientos son tan poderosos como las pilas eléctricas, tan buenos como la luz y tan peligrosos como el veneno. Si permitimos que un pensamiento triste o malo se introduzca en nuestra mente es tan arriesgado como dejar que un virus se apodere de nuestro cuerpo. Si se le permite quedarse, es posible que no podamos desprendernos nunca más de él.
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El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett
Estoy seguro de qué hay magia en todo, solo que no tenemos la sensatez de aceptarlo y hacer que haga las cosas por nosotros.
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El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett
―Yo no le gustaría ―afirmó Mary, de ese modo tan intransigente y frío―. Si yo no gusto a nadie. Martha se lo pensó de nuevo. ―¿Y tú? ¿Te gustas a ti misma? |
El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett
Una de las cosas más extrañas en la vida es que solo muy de vez en cuando se siente la impresión de que se vivirá para siempre. Esta sensación se tiene en ocasiones como cuando se sale al amanecer y se miran pálido cielo que empieza a cambiar de color. El sol se levanta con una majestad que no cambia, cómo lo ha hecho por miles de años, entonces solo por un momento se experimenta esa sensación.
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El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett
Es más fácil perder a un amigo en primavera que en cualquier otra estación del año si eres demasiado curioso.
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El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett
Mi madre dice que las dos cosas peores que le pueden pasar a una criatura es que no se le consienta na,o que le den to; y además no sé qué es peor.
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La formación de una marquesa de Frances Hodgson Burnett
Un libro en dos partes: la naturaleza sencilla, bondadosa y agradecida de la protagonista, da como resultado ser la elegida por uno de los nobles más codiciados del momento. La misma protagonista en el ojo de la tormenta, cuando su matrimonio, frustra las expectativas de quienes acariciaban el título nobiliario y la fortuna consiguiente. Un gran trabajo de la autora, en una temática que no frecuentaba. Me sorprendió, primero me dio el almíbar del romance y después la acidez del thriller. Me gustó.
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El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett
Una de las cosas más extrañas de la vida es que solo muy de vez en cuando se siente la impresión de que se vivirá para siempre.
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El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett
Todos somos únicos, solo que nunca como nos imaginamos.
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El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett
Los pensamientos son tan poderosos como las pilas eléctricas; tan buenos para uno como la luz del sol, o tan malos para uno como el veneno. Dejar que un pensamiento triste o malo entre en tu mente es tan poderoso como dejar que la bacteria de la fiebre escarlata entre en tu cuerpo. Si dejas que se quede ahí después de que ha entrado quizá no te recuperas en toda tu vida. |
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Preciosa Polly Pemberton de Frances Hodgson Burnett
De modo que, si tienen ustedes el hábito de dedicar su tiempo a leer historias románticas, habrán sabido al instante que, al anunciar el capitán Gaston Framleigh -en el primer capítulo- que estaba observando a una joven en un jardín, la joven en cuestión no habría aparecido en ese jardín sin el propósito de que sufriera o suspirara, se riera y se alegrara para su propio bien y el del capitán Gaston.
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El señor de la casa de Coombe de Frances Hodgson Burnett
En el esplendoroso salón del baile la música subía de volumen, bajaba y volvía a henchirse hasta el éxtasis, mientras él ceñía con su brazo el cuerpo liviano, joven, blanco de Robin y juntos se mecieron, giraron y avanzaron veloces como seres del aire, mientras la anciana duquesa y lord Coombe contemplaban la escena casi sin ver y con murmullos hablaban de Sarajevo.
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El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett
Los grandes descubrimientos científicos que voy a hacer -siguió-, serán sobre la magia. La magia es una cosa importante y casi nadie sabe nada sobre el tema, excepto lo que algunos han escrito en algunos libros antiguos…y Mary un poco, porque nació en la India, donde hay faquires. Creo que Dickon también sabe algo de magia, aunque puede que él no sepa que sabe. Él encanta a los animales y a las personas. No le hubiera permitido que viniera a verme si no hubiera sido un encantador de animales…el cual es también un encantador de niños, porque un niño es un animal. Estoy seguro de que hay magia en todo, lo único que no tenemos suficiente raciocinio para cogerla y aprovecharla para nosotros…como la electricidad y los caballos y el vapor…”
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La princesita de Frances Hodgson Burnett
- Las historias pertenecen a todo el mundo, todos pueden escucharlas.
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La princesita de Frances Hodgson Burnett
La niña se sentó en las rodillas de su padre, alguien miraba fijamente. - ¿Es que pretendes aprenderte de memoria todos los rasgos de mi rostro? -inquirió el capitán-. ¿Tienes miedo de olvidarte de mi cara? - Jamás podré olvidar tu cara, porque te llevo dentro de mi corazón -contestó Sara. Padre e hija se abrazaron estrechamente. |
La princesita de Frances Hodgson Burnett
- El mayor problema que tengo con mi hija es la lectura -dijo el capitán Crewe-. No va a resultarle fácil frenar el ansia de Sara por la lectura. -Comprendo, señor Crewe -respeto la señorita Minchin con una sonrisa. -En realidad, mi hija no lee los libros; los debora. Lee de todo: biografías, novelas en inglés, francés y español, poesía, cuentos... Le ruego que no deje en sus manos libros que puedan perjudicarla. Cuando eso suceda, prefiero que la envíen a divertirse, a correr y saltar, a comprar muñecas... -No quiero tener muchas muñecas -intervino Sara-. No podría querer a todas. Tú sabes muy bien, papá, que mi muñeca preferida en Emily. - ¿Quién es Emily? -quiso saber la señorita Minchin. - Es una muñeca que todavía no tengo. |
Gregorio Samsa es un ...