La tía Cósima de Florencia Bonelli
Ciertas heridas, esas que nos causan en la infancia, se quedan con nosotros para siempre y duelen. ¿No dicen que la infancia es el patio trasero donde jugamos toda la vida? No importa cuántos años pasen, ni cuanto hayamos conquistado. El niño triste y sufriente que aún llevamos dentro sale cada tanto y no se enfrenta con nuestro dolor más recóndito.
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