Flor M. Salvador

Vive cada día de tu vida como si fuera el último, ama como te gustaría ser amada y ríe, ríe demasiado hasta que lo único que te duela sean los músculos de la cara, pero no los del corazón.

Es difícil decirte adiós.Es demasiado difícil despedirse de alguien cuando ese alguien no quería irse y tú tampoco querías dejarlo marchar.

Me gustaría volar contigo, no prometo que todo nos saldrá bien, pero sí me esforzaré para qeu así sea. Te regaré siempre para que florezcas mejor que el día anterior. Cuando te sientas mal, me sentaré a tu lado sin hacer ruido, para que sepas que no estás sola, porque toda flor tiene a veces días malos. Y, sobre todo, será un placer compartir mis lugares favoritos contigo.

—Déjame ser el sosiego de tus miedos —me susurró.

Cuando un sueño muere, alimenta al Boulevard.

A veces me gusta pensar que nuestro primer beso no fue con los labios, sino con el abrazo que me dio esa noche. uno que me pareció completamente reparador.

La persona que te quiera de verdad va a amar cada detalle de ti sin importarle que tú lo consideres ridículo.

Ahora sé que la droga más fuerte para un ser humano es otro ser humano

No hables a menos que puedas mejorar el silencio

Lo leei y me gustó mucho la verdad me encantaría tenerlo en físico.

Me gustaría tenerlo ya que me gusta leer y no tengo como comprar libros.

Quizás el hilo rojo te conecta a todas aquellas personas con las que estás destinada

es un libro que necesito tener ya que te llama mucho la atención solo con su portada

Daría la vida por ti, lo haría, la daría sin pensarlo porque la mía siempre será la tuya, porque siempre se tratará de ti, siempre ha sido así.

Me he metido al cuerpo una droga más fuerte que cualquier otra. Una que te mata y que te hace sentir vivo, que va hacia el corazón, y le hace dos cosas: si tienes suerte, te junta las piezas y te hace querer tirar hacia delante; pero si estás jodido, te rompe en trozos pequeños.

Estoy comenzando a olvidar el sonido de tu voz, estoy dejando de oírte pronunciar mi apellido... ¡Luke!

Pero recuerda que, para que nuestros muertos estén en paz, uno también debe estarlo.

- ¿Y qué hago con los recuerdos, Beck?
Se quitó la bufanda verde y se acercó a mí. Me la colocó en el cuello para cubrir mi nariz. Se tomó el tiempo de acomodar mi cabello y dio un paso hacia atrás.
- Hasley, son solo eso, recuerdos. - Se humedeció los labios y se tocó la nariz -. Sigue adelante y deja de llorar. Ya verás como todo irá bien.

- Soy un chismoso y un metomentodo - murmuró por lo bajo -. También hablo demasiado... ¡Arrrgh!

- Odiaba ser cursi. Joder, no le gustaba nada, pero sé que disfrutó estando contigo. Para él, estar enamorado era algo muy serio. Siempre se quejaba de lo débil que se sentía cuando estaba frente a la persona que quería.
- ¿Eso es bueno o malo?
- Hasley, él estaba encantado de estar enamorado de ti. ¿Se arrepintió? Lo dudo.