La Virgen de los Sicarios de Fernando Vallejo
Con su aguja gruesa una vitrola en la cantina tocaba un disco rayado: "Un amor que se me fue, otro amor que me olvidó, por el mundo yo voy penando. Amorcito quién te arrullará, pobrecito que perdió su nido, sin hallar abrigo muy solito va. Caminar y caminar, ya comienza a oscurecer y la tarde se va ocultando..."
|