Un día en Pompeya de Fernando Lillo Redonet
Tras el gran terremoto del 63 d. C. el templo de Isis había sido uno de los primeros edificios en restaurarse, incluso antes que los templos de los dioses olímpicos. No sabemos si la razón se debió a que el culto egipcio gozaba de gran aceptación entre los pompeyanos o a que Ampliato había aprovechado la oportunidad para promocionar a su pequeño hijo. No obstante una suerte de egiptomanía afectaba a la ciudad, y no eran pocas las casas que tenían decoraciones con mosaicos y pinturas de inspiración egipcia.
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