Bodas de sangre de Federico García Lorca
Después de mi casamiento he pensado noche y día de quién era la culpa, y cada vez que pienso sale una culpa nueva que se come a la otra; ¡Pero siempre hay culpa!
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Bodas de sangre de Federico García Lorca
Después de mi casamiento he pensado noche y día de quién era la culpa, y cada vez que pienso sale una culpa nueva que se come a la otra; ¡Pero siempre hay culpa!
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