Bienvenida, Lupe de Eva Palomar
Pero un arbusto ni corre, ni juega, ni habla. Cuando las liebres se fueron, Lupe se quedó sola otra vez |
Bienvenida, Lupe de Eva Palomar
Pero un arbusto ni corre, ni juega, ni habla. Cuando las liebres se fueron, Lupe se quedó sola otra vez |