El chico de la flecha de Espido Freire
Siempre me extrañó que dividiéramos así a los humanos. ¿Qué nos distingue a unos de otros? Viste bien a un esclavo y nadie lo diferenciará de un patricio. Pero fue en el ejército donde comprendí que todos estábamos equivocados. He visto a hijos de familias nobles comportarse como cobardes y dejar atrás a sus compañeros cuando silbaban las flechas, y a algunos de los esclavos arriesgarse a morir para arrastrar a su amo herido. He visto que la sangre de todos nosotros es del mismo color, roja, y que las únicas diferencias entre nosotros se encuentran en nuestro comportamiento, no en nuestro rango.
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