El túnel de Ernesto Sábato
Y entonces, mientras yo avanzaba siempre por mi pasadizo, ella vivía afuera su vida normal [...] y a veces sucedía que cuando yo pasaba frente a una de mis ventanas ella estaba esperándome [...] pero a veces sucedía que ella no llegaba a tiempo o se olvidaba de este pobre ser encajonado [...] Y entonces sentía que mi destino era infinitamente más solitario que lo que había imaginado.
|