El circo de la noche de Erin Morgenstern
Era una cuestión de sincronía. Mi tren llegó tarde ese día. El día que vi cómo se te caía el cuaderno. Si hubiera llegado a su hora, nunca nos habríamos conocido. Quizá no era nuestro destino conocernos. Era una posibilidad entre miles y miles, pero no inevitable, como otras cosas.
|