Asesinato en el Canadian Express de Eric Wilson
Tom bajó la vista hacia el cuchillo de caza que aún sostenía entre sus manos. Sin poder resistir la tentación, lo sacó del pañuelo y lo sujetó con la punta hacia arriba, como si fuera a apuñalar a alguien. Los ojos del hombre se abrieron de asombro, gritó algo y señaló hacia Tom. Una excitación, como si se tratara de una descarga eléctrica, recorrió la multitud, y todos se apretujaron bajo la ventanilla de Tom, peleándose por ver el cuchillo ensangrentado.
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