Exploradores del abismo de Enrique Vila Matas
Esconderse era el destino de todos esos amantes de la gloria solitaria, todos esos artistas que acabaron necesitando el aislamiento radical porque sabían que eso les aproximaba más al absurdo general de la existencia y a la soledad que tarde o temprano había de llegarles a la hora de la muerte. Solitarios de sí mismos y tenaces exploradores del vacío, todos ellos, un buen día, se fueron en dirección a un horizonte helado, «se fueron lejos para quedarse aquí», que diría Kafka. Pág. 283. |