Enrique Vila Matas
Escribir es un desposeerse sin fin, un morir sin detención posible. Se escribe siempre por afán de aventura. La divagación o digresión es una estrategia perfecta para aplazar la conclusión, una multiplicación del tiempo en el interior de la obra, una fuga perpetua. Una fuga de qué? De la muerte (la muerte está escondida en los relojes). |