De vidas ajenas de Emmanuel Carrère
"Retrospectivamente pienso que aquella noche sucedió algo extraordinario. Estábamos al lado de aquel hombre y aquella mujer a los que les había sucedido lo peor que puede sucederte en el mundo, y a nosotros no nos había ocurrido absolutamente nada. Sin embargo, aunque hubiese reservas mentales, y sin duda las había, si hubieran podido cambiarse por nosotros y salvarse ellos sumiéndonos a nosotros en la desgracia, sin duda lo habrían hecho, todo el mundo lo haría, todo el mundo prefiere sus hijos a los de los demás, esto se llama naturaleza humana y está bien que así sea, y no obstante pienso que aquella noche, durante aquella cena, no nos guardaban rencor. No nos detestaban, como yo al principio había creído inevitable." (Pág.51).
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