La huida de Emma Pass
—Oye, de todas formas, ¿por qué te encerraron? —pregunta con la voz pastosa al tiempo que escupe un coágulo rojo. —¿De verdad quieres saberlo? —pregunto. Asiente en silencio. Me agacho hasta acercar tanto mi cara a la suya que podríamos besarnos. —Por matar a mis padres —murmuro, y veo que abre los ojos como platos. |