Las chicas de Emma Cline
Por aquel entonces, yo estaba siempre pendiente de la atención de los demás. Me vestía para generar amor, me bajaba un poco el escote, adoptaba una mirada melancólica cuando me mostraba en público, una mirada que insinuaba muchos pensamientos profundos y prometedores, por si acaso a alguien le daba por echar un vistazo
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