Cartas poéticas e íntimas (1859-1886) de Emily Dickinson
Al encontrarme un pájaro esta mañana, yo me puse a escapar. Él lo vio, y se puso a cantar.
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Cartas poéticas e íntimas (1859-1886) de Emily Dickinson
Al encontrarme un pájaro esta mañana, yo me puse a escapar. Él lo vio, y se puso a cantar.
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Palabras como espadas: Antología bilingüe de Emily Dickinson
Es la mucha Locura la mayor Sensatez- Para un Ojo sagaz- Mucha sensatez-es Locura absoluta- Asiente-y serás cuerdo- Disiente-y de inmediato serás el peligroso- Y te pondrán Cadenas- |
Poemas de Emily Dickinson
Junté mi fuerza en mi mano — y fui en contra del mundo — no tanto como David — pero yo — fui doblemente valiente — apunté con mi piedra — pero yo misma fui todo lo que cayó — ¿era Goliat — demasiado grande — o demasiado pequeña yo? |
Carta al mundo de Emily Dickinson
Comió y bebió las preciosas palabras, robusteció su espíritu; olvidó que era pobre, su cuerpo sólo polvo. Bailó a lo largo de los oscuros días, y ese legado de alas lo debió sólo a un libro. !Qué ligereza da la libertad de espíritu! |
Morí por la belleza de Emily Dickinson
Morir por ti fuera muy poca cosa, pudo hacerlo cualquiera de los griegos. Vivir es más difícil, y eso es lo que te ofrezco. Morir no es casi nada, algo pasado, pero vivir incluye el morir muchas veces sin tener al alivio de estar muerto. |
Morí por la belleza de Emily Dickinson
Si pudiera impedir Que un corazón se rompa No habré vivido en vano. Si pudiera calmar El dolor de una vida, O hacer más llevadera una tristeza O ayudar a algún débil petirrojo A que vuelva a su nido, No habré vivido en vano |
El viento comenzó a mecer la hierba de Emily Dickinson
No puedo estar sola, pues me visitan multitudes; incontables visitantes que irrumpen en mi cuarto. |
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Morí por la belleza de Emily Dickinson
Hay algo que me gusta en la agonía, y es que sé que es verdad; los hombres no simulan convulsiones, no imitan el dolor. |
60 poemas de Emily Dickinson
Que yo siempre amé yo te traigo la prueba que hasta que amé yo nunca viví – bastante – que yo amaré siempre – te lo discutiré que amor es vida – y vida inmortalidad – esto – si lo dudas – querido – entonces yo no tengo nada que mostrar salvo el calvario – |
Poesia Completa de Emily Dickinson
De que siempre te quise traigo la prueba que hasta que amé nunca viví -lo suficiente- De que siempre te amaré te argumento que el amor es vida - y la vida tiene inmortalidad- Si de esto -dudas- cariño - entonces no tengo nada más que mostrarte sino el calvario- |
Morí por la belleza de Emily Dickinson
No hay ninguna fragata como un libro Para llevarnos a lejanas tierras, Ni hay caballos mejores que una página De piafante poesía. Pueden hacer el viaje los más pobres, No se pagan portazgos, Porque no necesita casi nada La carroza que lleva al alma humana |
Morí por la belleza de Emily Dickinson
Con finezas tan nimias Como libros o flores Se plantan semillas de sonrisas Que van a florecer entre las sombras |
Preferiría ser amada de Emily Dickinson
La mayoría de nuestros Momentos son Momentos Preliminares -"Siete semanas" es una larga vida- si se ha vivido del todo.
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El resto es prosa: 15 de Emily Dickinson
Mirar de esa manera es poético. El hueco de la novela prestada da un valor patético a la estantería.
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El resto es prosa: 15 de Emily Dickinson
¡Con qué sencillez al fin llega el abismo! Nos damos cuenta de que es el pasajero, y no el mar, lo que nos sorprende.
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60 poemas de Emily Dickinson
Esta es mi carta al mundo que jamás me escribió - la simple noticia que la naturaleza dio - con tierna amistad su mensaje está consignado a manos que no puedo ver - por amor a ella - dulces - compatriotas juzgadme tiernamente. |
Palabras como espadas: Antología bilingüe de Emily Dickinson
El Desprecio de Generaciones Y la Crucifixión, ha mostrado- Que la Fe es esquiva-y ríe y se burla- Se ruboriza, si alguien la ve- Arranca una rama a la Evidencia- Y pregunta el camino a la Veleta- |
El viento comenzó a mecer la hierba de Emily Dickinson
Cuando la Noche está casi acabada y el Amanecer se aproxima tanto que podemos percibir las distancias, es tiempo de alisarnos el pelo y acariciarnos las mejillas. Y preguntarnos cómo pudimos preocuparnos por esa vieja y desvanecida Medianoche que, hace sólo una hora, nos aterrorizó. |
Preferiría ser amada de Emily Dickinson
Saber que somos temporalmente eternos es reconfortante, aunque nada más sepamos.
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¿Con qué frase empieza esta novela?