Cumbres borrascosas de Emily Brönte
Mi futuro se podría expresar con dos palabras: muerte e infierno; después de perderla la vida sería un infierno. Sin embargo, fui un necio al creer por un instante que ella valoraba el cariño de Edgar Linton más que el mío. Aunque él la amara con todas las fuerzas de su ser enclenque, no podría amarla en ochenta años tanto como yo en un solo día. Y Catherine tiene un corazón tan profundo como el mío; él no puede contener todo el afecto de ella, como no puede meterse todo el mar en ese abrevadero.
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