El secreto de la porcelana de Emilio Calderón
La mar, con sus peligros, transforma a los hombres que se atreven a surcarla, ungiéndolos con la brea invisible de la solidaridad. En el mar, los seres humanos no tienen más que una opción: permanecer unidos. Como señaló Baudelaire, frente a los temores individuales, la multitud es el asilo para el desterrado, además de un narcótico para aquellos que se sienten abandonados. y en el mar todos los hombres se sienten desterrados o abandonados a su suerte en un mismo destino común.
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