El encaje roto de Emilia Pardo Bazán
"Los tiempos eran fatídicos, y la relajación de las costumbres horripilaba. En los hogares reinaba la anarquía, porque perdido el principio de autoridad, la mujer ya no sabe ser esposa, ni el hombre ejercer sus prerrogativas de marido y padre. Las ideas modernas disolvían, y la aristocracia, por su parte, contribuía al escándalo. Hasta que se zurciesen muchos calcetines no cabía salvación. La blandenguería de los varones explicaba el descoco y garrulería de las hembras, las cuales tenían puesto en olvido que ellas nacieron para cumplir deberes, amamantar a sus hijos y espumar el puchero." (Feminista. Págs.111-112).
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