La sirena negra de Emilia Pardo Bazán
Estoy desnudo de compasión, desnudo de bondad, soy exaltado en mí mismo, despreciador de los otros... Si he recogido al niño ha sido por instinto egoísta y de conservación; por no dejarme llevar del atractivo que ejerce sobre mí la Guadañadora.
|