Me desperté con dos inviernos a los lados de Elsa Veiga
La sangre y la aguja eran parte de ella, como si ansiara una muerte lenta que la fuera privando de la vida a goteos.
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Me desperté con dos inviernos a los lados de Elsa Veiga
La sangre y la aguja eran parte de ella, como si ansiara una muerte lenta que la fuera privando de la vida a goteos.
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