Tierra de Eloy Moreno
Pero si había algo aún peor que la rutina era, sin duda, la ausencia de posibilidades. Uno puede acostumbrarse a repetir una y otra vez las mismas acciones, a que cada día sea igual que ayer e igual que mañana, pero las personas necesitan las posibilidades. Aunque no las usen, aunque nunca salgan de esa noria de hámster que ellos mismos se han creado, aunque basen su existencia y su esperanza en la frase «Algún día lo haré», pero deben saber que existe la posibilidad de salir de la jaula.
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