La coleccionista de huérfanos de Ellen Marie Wiseman
Durante un instante fugaz recordó cómo se sentía al volver de clase, ansiosa por cenar con sus padres y jugar con Ollie y Max. Se acordó de qué sentimiento ligero y feliz que implicaba vivir sin preocupaciones antes de que el mundo se volviera oscuro y su vida se pusiera patas arriba, como si todavía estuviera al alcance de la mano. Pero desapareció tan deprisa como había llegado, y lo reemplazó una punzada de pena y el miedo a algo todavía peor que lo que había vivido.
|