Prohibido morir aquí de Elizabeth Taylor
Pensó que los ojos celestes se tornan más pálidos y más furiosos a medida que pasan los años. "Pero los ojos castaños nunca pierden la serenidad”, se dijo a sí misma con cierto orgullo.
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Prohibido morir aquí de Elizabeth Taylor
Pensó que los ojos celestes se tornan más pálidos y más furiosos a medida que pasan los años. "Pero los ojos castaños nunca pierden la serenidad”, se dijo a sí misma con cierto orgullo.
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Prohibido morir aquí de Elizabeth Taylor
“No hay que desear que la vida pase lo más rápido posible”, se dijo a sí misma, pero sabía que, a medida que envejecía, miraba con mayor frecuencia el reloj y siempre era más temprano de lo que creía. En su juventud era siempre más tarde.
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Prohibido morir aquí de Elizabeth Taylor
...al hacerse mayor, miraba el reloj con más frecuencia y siempre era más pronto de lo que pensaba. Cuando era joven siempre era más tarde.
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Prohibido morir aquí de Elizabeth Taylor
-Hay un orden en las cosas -añadio vagamente- cosechamos lo que sembramos
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Prohibido morir aquí de Elizabeth Taylor
En este mundo es demasiado para nosotros: en dar y en recibir gastamos nuestras fuerzas
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Prohibido morir aquí de Elizabeth Taylor
Para tener amigos se necesita dinero. Todos los que conocía ahora tienen trabajo y automóviles
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Prohibido morir aquí de Elizabeth Taylor
"La gente siempre siente lástima por las casadas que pierden antes de tiempo a sus maridos por culpa de un accidente o una guerra" pensó la señora Palfrey. "Y está bien que sientan lástima por ellas"
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Prohibido morir aquí de Elizabeth Taylor
-Los buenos libros siempre pueden leerse dos veces -replico la señora Arbuthnot- De hecho, siempre deberíamos leer un buen libro dos veces
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La señorita Dashwood de Elizabeth Taylor
Una vez le había confesado que ya tenía la ropa lista para su propio entierro: un camisón con bordados franceses que la madre de Violet le había regalado, tan hermoso que no se atrevía a ponérselo mientras aún estaba viva.
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La señorita Dashwood de Elizabeth Taylor
-En los libros, la muerte es el capítulo triste, y luego uno pasa la página y sigue leyendo. Pero en realidad no es posible dejarla atrás tan fácilmente. Persiste como una especie de paréntesis pesado que viene entrecomillado al final de todo lo que sucede...
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La señorita Dashwood de Elizabeth Taylor
A los muertos no se les responde; siempre tienen la última palabra.
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La señorita Dashwood de Elizabeth Taylor
Había llegado al punto del que había sido testigo durante la enfermedad de sus padres, cuando la esperanza, cuidadosamente preservada, se convierte de repente en resignación e indiferencia.
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La señorita Dashwood de Elizabeth Taylor
Cassandra pensó, para tranquilizarse, que siempre son los maravillosos muertos los que han logrado hitos épicos.
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Un alma cándida de Elizabeth Taylor
Para mí, la política no es lo suficientemente relevante como para convertirla en un problema. Es aburrida; siempre lo mismo, está toda empantanada, ¿ A quién le importa? El día que ocurra algo realmente importante, ¿nos dejarán opinar? Nos los explicarán después . Si es que seguimos vivos.
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Un alma cándida de Elizabeth Taylor
Quizá no era más que amarse a sí mismo, porque ella era la única que le decía lo que él quería escuchar. Era su protección y su máscara.
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Un alma cándida de Elizabeth Taylor
Sentía que su viente era como una jaula de pájaros con un prisionero dentro ¿Cómo podremos ser amigas cuando sea libre?
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Un alma cándida de Elizabeth Taylor
—¿Y qué tal ha ido todo para Flora? —Estaba anestesiada. —Siempre lo ha estado. |
La señorita Dashwood de Elizabeth Taylor
Separados y distantes. Esa es la única forma segura de contemplarlo todo. Y nunca estaremos a salvo a menos que creamos que somos grandes, y que la vida humana es tolerable, y que el sol es constante y que importamos. Una vez rota la frágil ilusión, se revelaría el pánico secreto, la vacuidad que vive en nuestro interior. Entonces, la vida no sería tolerable.
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La señorita Dashwood de Elizabeth Taylor
La moderna aflicción es la ansiedad, y pertenece a los largos crepúsculos, al incierto tiempo moderno; sin sol ni nieve ni dolor ni alegría.
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¿En qué época se desarrolla la historia?