Tierra de sombras de Elizabeth Kostova
Stoyan tocaba a veces el violín para nosotros a oscuras en el sótano. Decía que los aviones volaban tan alto que no podían oírle. Estoy segura de que si esos pilotos hubieran podido escucharle, habrían dejado de tirar bombas y nos habrían dejada en paz para siempre
|