![]() |
El corazón de una condesa de Elizabeth Bowman
Doña Angustias sabía que un sayo tan perfecto y templado, tan medido e impertérrito en apariencia, escondía en su interior un alma inquieta que abrazaba la sensibilidad de corazón, el aleteo incesante e imparable de una imaginación desbordada y un amor creciente por la naturaleza y las cosas sencillas. Sabía que era dulce, pura, buena, vehemente, entusiasta, idealista y romántica... aunque sabía también que jamás dejaría asomar tales emociones, salvo en presencia de alguien que gozara de su absoluta confianza e intimidad, por miedo a ser censurada o lastimada.
|