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Fairy Oak 1. El secreto de las gemelas de Elisabetta Gnone
El mal no tiene rostro. Cada vez que llega, confiamos en que solo se trate de una tormenta y nos cuesta reconocerlo.
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Fairy Oak 1. El secreto de las gemelas de Elisabetta Gnone
El mal no tiene rostro. Cada vez que llega, confiamos en que solo se trate de una tormenta y nos cuesta reconocerlo.
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Fairy Oak. El poder de la luz de Elisabetta Gnone
Las Hadas no mueren, su corazón pasará a otra hada y si yo la encuentro, reconoceré en ella la misma mirada, el mismo coraje, la misma sabiduría que alimenta nuestra luz. Las hadas no mueren
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Fairy Oak. La historia perdida de Elisabetta Gnone
“Mal" es una palabra pequeñísima, no tardamos más que un segundo en convertirla en "bien".
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Fairy Oak. La historia perdida de Elisabetta Gnone
En días como estos pienso más en papá y mamá, y en tía Tomelilla
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Fairy Oak. El encanto de la oscuridad de Elisabetta Gnone
Un ancla te fija a la tierra, señorita, pero la confianza... ¡Ah, la confianza! ¡La confianza puede hacerte volar donde quieras!
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Fairy Oak. El poder de la luz de Elisabetta Gnone
"Hoy, tu corazón está demasiado triste y desesperado para guiarte bien. Débil y confuso, te empujaría, sin saberlo, a acciones insensatas de las que te arrepentirás. Dale tiempo para que se calme, espera con paciencia a que vuelva a ver bien, como sólo tu corazón te dirá que hagas."
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Fairy Oak 1. El secreto de las gemelas de Elisabetta Gnone
Son tiempos oscuros y peligrosos, incluso para vosotras las hadas luminosas.
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Fairy Oak. La historia perdida de Elisabetta Gnone
A demasiados trucos, demasiados equívocos; los trucos de siempre, los equívocos de siempre. Y se termina llorando.
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Fairy Oak. La historia perdida de Elisabetta Gnone
Siento la tentación de sacar las viejas pinzas y utilizarlas, pero luego pienso que, si se rompieran, nadie sería capaz de reemplazarlas, y entonces desisto.
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Fairy Oak. El encanto de la oscuridad de Elisabetta Gnone
"Un ancla te tiene atado a la Tierra, pero la confianza...la confianza te hace volar a donde quieras..."
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Jum hecho de oscuridad. Las historias de Olga de papel de Elisabetta Gnone
No he dicho *en la* oscuridad, sino *la* oscuridad. Cuando alguien a quien queremos, o algo que apreciamos, se va para no volver o bien se pierde para siempre, dentro de nosotros se crea un gran vacío y ese vacío es oscuro como el fondo de un pozo. Y es gélido.
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Jum hecho de oscuridad. Las historias de Olga de papel de Elisabetta Gnone
Mi padre, que en paz descanse, siempre me lo decía: . Hay que estudiar, estudiar, estudiar, mantenerse al día, o uno se vuelve un asno, ¿no es cierto?
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Jum hecho de oscuridad. Las historias de Olga de papel de Elisabetta Gnone
Cuando alguien a quien queremos, o algo que apreciamos, se va para no volver o bien se pierde para siempre, dentro de nosotros se crea un gran vacío y ese vacío es oscuro como el fondo de un pozo. Y es gelido. Y también, a veces, tan grande que nos parece estar hechos solo de oscuridad fría y vacía.
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Fairy Oak 1. El secreto de las gemelas de Elisabetta Gnone
Eran dos personas idénticas con poderes opuestos: luz y oscuridad, como dos caras de la misma moneda, unidas y separadas para siempre.
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Elisabetta Gnone
¡Lo conseguirás, ya verás! Solo debes darte tiempo y seguir probando, hace falta constancia para aprender a hacer las cosas difíciles
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Olga de papel. El viaje extraordinario de Elisabetta Gnone
A veces no vemos lo que tenemos delante y creemos ver cosas que en realidad no existen. Confundimos lo real con lo irreal. Engañados por el deseo, por la añoranza o a lo mejor por distracción, caemos en el error de tomar por verdadero lo que no lo es: un sueño, un espejismo…
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Olga de papel. El viaje extraordinario de Elisabetta Gnone
Dormía y soñaba, y algunas veces soñaba que dormía entre las páginas del libro que acababa de leer, sentía la textura blanda del papel y el olor de la tinta.
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Olga de papel. El viaje extraordinario de Elisabetta Gnone
Todo el mundo sabía que a Olga le gustaba contar bien sus historias y que, si no, no las contaba. Así que, cuando la joven Tindal comenzaba un nuevo relato, la gente se ponía a escuchar. Puede que fuera por las ansias de conocer de quienes jamás se habían movido del pueblo, o puede que por las cosquillas que cada una de las historias hacía en un rinconcito de la mente.
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Olga de papel. El viaje extraordinario de Elisabetta Gnone
—O sea, que tú crees en el tejón parlante y culto, que dice «antes muerto» en latín, malo mori, ¿no, Ben? ¡Malo mori! Y que le reveló el nombre científico de su especie mientras servía una cena suculenta que él mismo había preparado.
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Olga de papel. El viaje extraordinario de Elisabetta Gnone
Olga se había hecho la idea de que en realidad la señora Yibod (ella era la mujer bala y él quien encendía la mecha) no hubiera muerto, sino que la hubiera disparado muy lejos su marido, que desde entonces la buscaba. «Y de noche es más fácil distinguir una estela luminosa que cruce la bóveda celeste»
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¿Quién escribió Las ranas?